Desde hace más de una década, nuestro colegio forma parte activa del programa Investiga I+D+i, un certamen del CSIC, IBM y de la fundación San Patricio, que tiene como objetivo acercar a los alumnos de 4º ESO a la ciencia y a la investigación. Esta larga trayectoria ha convertido a Nazaret Oporto en uno de los referentes de este programa, desarrollando vocaciones científicas, llevando nuestra curiosidad más allá de las clases para conocer como se trabaja en el mundo real y creando pasiones y amistades en torno a la investigación.

Hace dos años como alumno de 4º y el pasado curso ya en bachillerato, tuve la oportunidad de continuar con este legado, participando en el Investiga y descubriendo así mi verdadera vocación.

El funcionamiento de este programa es sencillo, líneas de temas científicos actuales en torno a la que desarrollar un trabajo de investigación. Investigaciones reales con el potencial y la ambición para mejorar el mundo que nos rodea. En mi caso, yo pertenecía a la línea de ciencias del espacio, y por ello desarrollé una investigación centrada en la optimización de diferentes proteínas para la mejor adaptación de microorganismos en la superficie de Marte, usando la inteligencia artificial como herramienta para lograr este objetivo.

Nuestras profesoras, Carmen y Mamen, han sido clave en nuestra labor como mentoras para desarrollar estos trabajos y guiarnos en nuestros primeros pasos en la investigación.

Ellas nos animaron a contactar con expertos de las diferentes líneas. Esto me permitió charlar de primera mano con investigadores del Centro de Exobiología de la NASA, como Chris McKay o Alfonso Dávila, así como del Centro de Astrobiología del CSIC, para enriquecer mi trabajo y debatir futuras áreas de investigación.

 

De los más de 1200 trabajos que se presentan en todo España, solo los mejores son seleccionados para llevar a cabo un congreso presencial, donde el trabajo en equipo, el diálogo y el espíritu crítico y científico son clave para presentar una ponencia final en la que compartir con tus compañeros y autoridades el culmen de todo el trabajo hecho. En esta edición nuestro colegio fue representado por Pablo Jodra, Rodrigo Muelas, Freddy Silva, José Luis Campaña y yo. Donde vivimos una experiencia que fue más allá de la investigación, porque no solo encendió en nosotros esa motivación para la ciencia, sino que conocimos a gente increíble, con los que todavía mantenemos el contacto y que nos enseñaron que nuestra generación sí tiene el potencial para mejorar nuestra sociedad.

 

La oportunidad continuó cuando fui seleccionado para participar en la semana del investigador, que nos permitiría a mí y a los otros 4 seleccionados de todo el programa, realizar estancias en centros de investigación. En mi caso pasé unos días de la mano de los investigadores del INTA (Instituto Nacional de Técnica Aeroespacial), donde conocí sus metodologías, laboratorios, su trabajo interdisciplinar e incluso pude vivir lo que es trabajar con microchips que viajarán al espacio.

 

Desde pequeños, en el colegio, siempre se nos ha dicho que está muy bien aprovechar oportunidades, pero que es más importante generar nuestras propias oportunidades. Por ello, quise seguir desarrollando mi trabajo y abarcar otras aplicaciones en el campo sanitario y medioambiental. Y así, con estas modificaciones aplicadas y el trabajo perfeccionado, poder contactar con diferentes científicos en el ámbito de bioinformática. Así fue como fui invitado al BSC (Barcelona Supercomputing Center). Allí, Alfonso Valencia, director del Departamento de Biociencias, me mostró el trabajo del centro y me acompaño a conocer los superordenadores, así como los novedosos ordenadores cuánticos, y con el que también pude dialogar sobre este campo de investigación y aplicaciones del trabajo.

 

La experiencia en el Investiga no iba a acabar así, tras unas jornadas de formación en las oficinas de IBM, llegaría la siguiente fase que trata de ser “secretario”, donde te vuelves mentor y guía de los alumnos que participan en el programa en las nuevas ediciones. De tal manera que ahora es tu turno de encender esa chispa investigadora y esa curiosidad por la ciencia en cada uno de los participantes. Una experiencia incluso más enriquecedora que la anterior donde puedes cerrar ese círculo, y brindar a otros la oportunidad que una vez a ti te brindaron.

En esta nueva edición, como no, el legado del colegio continuó, gracias a las alumnas seleccionadas; Noelia Barberán, Jimena Teruel, Camila Tupis y Ziqi Jiang, que representaron sus líneas de investigación tanto en las ponencias como en la semana del investigador.

 

No está mal de vez en cuando recordarnos que dentro de nosotros existe un inmenso potencial para mejorar nuestro entorno y contribuir al progreso de nuestro mundo.

Simplemente, a través de perseverancia, búsqueda de oportunidades y sobre todo personas, que como nuestras profesoras, mentores o científicos, son fuente de inspiración para evocar en nosotros vocaciones y contribuir a nuestro crecimiento. Porque la ciencia no empieza en un laboratorio, empieza en la curiosidad de alguien que se hace preguntas. Y gracias a este programa y al impulso constante de nuestro colegio, muchos hemos descubierto que tenemos algo que aportar.

Pablo Sánchez, alumno de 2º Bachillerato